Los aldehídos son una familia de fragancias cuyo carácter está determinado por las notas del grupo de los aldehídos. Este grupo de notas es bastante pequeño y se compone principalmente de aldehídos alifáticos, de ahí su nombre. Desde el punto de vista químico, muchas sustancias aromáticas son aldehídos, incluso la vainillina, que según sus características olfativas pertenece a un grupo diferente.

Las notas pertenecientes al grupo de los aldehídos tienen un característico olor cítrico-ceroso, que recuerda al olor de una vela recién apagada y a la piel de cítricos seca. Otro signo de las notas del grupo aldehído puede ser un efecto chispeante especial, así como un claro tinte balsámico (principalmente incienso).

Puede parecer que los acuerdos de aldehídos tienen olor a jabón, pero en realidad, por el contrario, el jabón tiene un fuerte olor a aldehídos alifáticos, ya que, debido a su estabilidad en ambientes alcalinos, se utilizan en la aromatización del jabón.

Para las composiciones de perfumes, la nota de aldehídos proporciona un comienzo brillante y chispeante, y también resalta las notas cítricas y florales, dándoles un efecto lifting. También suele acompañar como principal composiciones clásicas, pero en su mayoría deliberadamente anticuadas.

Por cierto, no existen aromas exclusivamente aldehídos, sino que hay algunos en los que los aldehídos juegan uno de los papeles principales.