El ámbar en perfumería es un acorde legendario que representa una construcción abstracta, no el ámbar gris de origen animal ni la resina fósil. Este acorde complejo se ha convertido en uno de los pilares fundamentales de la perfumería oriental, caracterizándose por su calidez envolvente y su sensualidad distintiva.

En su composición tradicional, el acorde de ámbar combina elementos como ládano (labdanum), vainilla, benzoína y resinas balsámicas, creando una sinfonía olfativa cálida y dulce. Su perfil aromático incluye facetas balsámicas, toques especiados suaves, notas dulces reconfortantes y un fondo ligeramente polvoriento que le confiere profundidad y misterio.

En la perfumería contemporánea, el ámbar es un elemento versátil que puede interpretarse de múltiples formas, desde versiones ligeras y luminosas hasta creaciones densas y opulentas. Es especialmente efectivo como nota de fondo, aportando calidez y persistencia a las composiciones, y se combina excepcionalmente bien con notas orientales, especiadas, florales y amaderadas para crear fragancias con una sensualidad atemporal.