La grasa animal es un acorde que recrea las notas grasas y sebáceas características de las sustancias lipídicas de origen animal. Se caracteriza por su perfil intensamente graso que combina aspectos sebáceos con matices rancios y cerosos, diferenciándose de otras notas animalicas por su carácter más untuoso y su cualidad distintivamente grasa.
Su perfil olfativo fusiona notas grasas intensas con matices lácteos rancios y una faceta cerosa característica. El aroma desarrolla aspectos sebáceos y una cualidad ligeramente acre, complementados por toques almizclados suaves y un fondo tenuemente animalico que evoca su origen natural. Técnicamente, se construye mediante la combinación de ácidos grasos, elementos cerosos y notas almizcladas para lograr el realismo característico.
En la perfumería contemporánea, el acorde de grasa animal se utiliza como un modificador especializado que aporta realismo y carácter animalico. Se combina principalmente con notas almizcladas, elementos cerosos y acordes animalicos, siendo especialmente valioso en fragancias que buscan un efecto graso auténtico. Destaca en creaciones que requieren un toque sebáceo realista, desde perfumes animalicos hasta composiciones orientales intensas.