El ricino es un acorde que recrea el aroma característico del aceite de ricino y sus aspectos más desafiantes. Se caracteriza por su perfil único que combina notas grasas con matices rancios y metálicos, diferenciándose por su cualidad distintivamente grasa y su carácter ligeramente medicinal que evoca el origen natural del aceite.
Su perfil olfativo fusiona aspectos grasos intensos con facetas metálicas y una nota rancia característica. El aroma desarrolla matices aceitosos y una cualidad ligeramente acre, complementados por toques medicamentosos y un fondo tenuemente vegetal que aporta realismo. Técnicamente, se construye mediante la combinación de elementos grasos, notas metálicas y aspectos rancios para recrear la complejidad del material natural.
En la perfumería contemporánea, el acorde de ricino se utiliza raramente y principalmente como un modificador especializado que aporta carácter y realismo. Se combina ocasionalmente con notas grasas, elementos metálicos y acordes medicinales, siendo útil en cantidades mínimas para aportar complejidad. Destaca principalmente en creaciones experimentales o en perfumes que buscan explorar aspectos más desafiantes de la paleta olfativa.