Por notas balsámicas se suelen entender las notas de incienso, ládano, mirra, opopanax, benjuí, siempreviva y otras. Se cree que aquí comenzó toda la historia de la perfumería en el Antiguo Egipto: los primeros perfumes estaban compuestos por estos componentes y vino de uva.
Características típicas de las notas balsámicas: resinosas, pesadas, dulces, con tonos afrutados y ahumados. Se hicieron populares a principios del siglo XX, con el desarrollo del segmento nicho de la perfumería, donde los aromas místicos de iglesias, templos y chimeneas no causan sorpresa entre el público.